Miguel Molina Rabasco:

1933 – 2020

Nació un 28 de febrero de 1933 en la ciudad de Lucena (Córdoba). Al poco de cumplir los tres años de edad estalló la Guerra Civil y, aunque Lucena  se libró de los combates directos o de los bombardeos  que sufrieron ciudades vecinas,  el sufrimiento y padecimiento que  siguió a la guerra, y  que se prolongó durante muchos años después del fin del acto bélico, no fue diferente al del resto de la nación. Fue una época terriblemente dura debida a la falta de recursos e infraestructuras. De hecho, Miguel estudió en un antiguo caserón, habilitado como colegio, situado en la zona entre el Coso y la plaza San Miguel, al lado de la Casa de Comidas y del desaparecido Palacio de Medinaceli. Pronto abandonaría la Escuela para trabajar en el Ayuntamiento como mecanógrafo: había que ayudar a la economía familiar.  Allí, en la biblioteca de la Casa Consistorial, alimentó sus ansias de aprender a través de lo que él mismo se deleitaba en definir como su “vicio” a la lectura. Quiso invertir su salario en aprender y desarrollarse humana y profesionalmente. Por ello, estudió en la Escuela de Comercio de Málaga, donde obtuvo el título de Perito Mercantil, lo que le permitió progresar dentro del Ayuntamiento, hasta alcanzar el cargo de Interventor (en funciones),  desempeño que ejerció hasta el momento de su jubilación. 

El pluriempleo era algo habitual durante aquellos años y, Miguel, no fue una excepción.  Además de su labor en el Ayuntamiento por las mañanas, ocupó sus tardes ejerciendo de contable de Emilio Longo, un conocido empresario de Lucena que ofrecía múltiples servicios (gas, juguetes, ferretería, aceite, etc) y que tenía una tienda en la Plaza Alta y Baja, esquina con la calle Ballesteros, lugar donde  Miguel desarrolló esta labor. La ley de exclusividad, hizo que, finalmente, dejara esa empresa para dedicarse al completo a la Casa Consistorial. Miguel siguió formándose, y, a una edad más avanzada, obtuvo el título de Graduado Social en un aula que la Universidad de Granada habilitó en la antigua Casa del Pueblo, sita en la esquina de la calle San Pedro con Curados, en frente de la Capilla de Jesús Nazareno.

Pasión por la escritura​

Su intensa vida laboral y familiar no fue obstáculo para alimentar su  pasión por la escritura, la cual surgió a una edad muy temprana. En concreto, su primer escrito publicado fue en ocasión del acto de Coronación de la Virgen de Araceli, patrona de Lucena y del Campo Andaluz, allá en el año 1948, cuando sólo contaba con apenas 15 años de edad. Esto da una buena idea de la extensa labor lectora que desarrolló en los años previos, y de su virtud con la pluma.  Se casó en 1962 con Carmen, y del matrimonio nacieron 4 hijos.  A pesar de no disponer de mucho tiempo libre, consiguió desarrollar una actividad literaria diversa y amplia, llegando a publicar más de 400 títulos entre artículos, ensayos, poesía, cuentos, narraciones y teatro, en diferentes medios: periódicos de ámbito local (Luceria, Producción,  La Voz,…), provincial (Diario Córdoba) y regional (Sur), además de participar en revistas de carácter literario o religioso (Angélica, Campanitas, Jesús, etc.).  Su primer libro se tituló “Ensayos dramáticos y otros escritos”, que pertenece a la colección de Escritores y Temas Lucentinos, editada por el Excmo. Ayuntamiento de Lucena. Apareció en 1994 y contiene una selección de obras de teatro y cuentos cortos, junto con una narración algo más extensa y personal, ‘La sonata del extraño vagabundo’, ambientada en la ciudad de Lucena. Enviudó en 2012, momento en el que volvió a desplegar su labor creativa para huir del vacío interior que dejó la pérdida de su compañera, lo   que culminó  con la publicación de su último libro: Extrañas jugadas del destino, en el año 2019, donde aparecen dos narraciones principales: ‘Madelaine’ y las ‘Huellas de Helena’. 

Le invitamos a que naveguen por sus textos,  conozcan su vida, pensamiento, lugares donde transitó, creencias, devoción…  en definitiva,  que conozcan la esencia de su ser, que, gracias a su ágil pluma,  pudo legarnos en cada renglón de su obra. 

 

 

Devoción por la Virgen de Araceli.

Miguel Molina tenía devoción por la virgen de Araceli y, por eso, Ella aparece frecuentemente en sus escritos, de forma directa o indirecta. Su primer trabajo publicado, a los 15 años de edad, titulado “¿qué daremos?”, fue precisamente sobre Ella, con motivo de su Coronación: “¿Qué daremos si somos pobres o ricos a quien le debemos tanto?, ¿Qué daremos a quién limpió y purificó nuestro cuerpo y alma? …El amor, y la fé, y la veneracion, y el alma pura y resplandeciente que también le demos, es lo que Ella más quiere, lo que más desea, lo que le causará más dicha en el día glorioso que esperamos…. “

Son destacables algunos versos dedicados a la Virgen de Araceli. En “Llegamos a tí” nos hace llegar un bellísimo poema, escrito en 1995, y en otro poema, llamado “A la virgen de Araceli”, nos lleva camino a la sierra hasta tocar el cielo en los brazos de la Madre:

Llegamos a ti.

Llegamos hasta ti, Altar del Cielo
el corazón sangrando dolorido
y la voz quebrada en un gemido,
buscando, impotentes, tu consuelo.
Y olvidamos en este anhelo
las veces que en culpable olvido
de tu amor, te hemos ofendido,
al despreciar tu maternal desvelo.
Pero tú, siempre madre amorosa,
jamás te nos muestras enojada,
y ante nuestra alma pesarosa,
acudes a calmarla presurosa
con la dulce expresión de tu mirada.

A la virgen de Araceli.

 Por estrecho sendero
sin aliento, cansado y sudoroso,
oliendo el romero,
camino silencioso
para llegar a la cumbre presuroso.
Allí, en la altura,
donde extiende la Madre su mirada
cargada de dulzura,
mi alma fatigada
es amorosamente consolada.
¡Oh Madre, en tu regazo
está la paz y está el consuelo!
Contigo en Tus brazos
acabó el desvelo,
pues es como encontrarse en pleno cielo.

Lucena de mis amores.

Lucena – Córdoba (España)

La ciudad donde pasó su vida, de gentes abiertas y emprendedoras, costumbres singulares y bellos rincones, está muy presente en su obra. Podemos visitar la ciudad en la piel del protagonista en “Sonata del extraño vagabundo”, o sentir la emoción que los recuerdos ligados a ciertos rincones evoca en “Geografía íntima”. Lucena ha sido siempre una ciudad acogedora, y con historia y costumbres únicas. Sabrá de nuestro velón en “Lucena, luz”, de su Semana Santa en “Lucena en primavera”, de nuestro carácter en “Lucena, todo un ejemplo de ciudad abierta, hospitalaria y acogedora” y mucho más….

Miguel Molina Rabasco

Conoce su obra, te invitamos a ello.

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